miércoles, 2 de mayo de 2007

Un Blog sobre Responsabilidad Social y Juegos de Rol

No es tan difícil casar estos dos conceptos.

Los juegos de rol son al fin y al cabo una herramienta para ejercitar la mente y las capacidades sociales, y ¿hay algo más social que la política?

El juego de rol se ha utilizado desde el albor de los tiempos como herramienta de enseñanza, en estos juegos se pide a los participantes que tomen parte asumiendo un rol hipotético basado en ciertos parámetros, se plantea un problema y los participantes ( jugadores) han de resolverlos ciñéndose más o menos a tales parámetros. Esta herramienta ha sido utilizada por múltiples culturas y paises a lo largo de toda la historia para enseñar a sus niños, y no tan niños las normas sociales ( policias y ladrones), estrategia ( el Kriegspiel del prusiano von Reisswitz), familiares ( jugar a cocinitas o a mamá), diplomática (La Liga de Naciones nació así), psicológicas ( los psiquiatras la usan a menudo) o incluso de emergencia ( simulacros de incendio o ataque terrorista).

Al contrario que en el mundo de los RPGs convencionales de ordenador o consola, en el clásico juego de rol de papel y lápiz el individuo se enfrenta al reto frente (y/o junto) a un grupo de personas reales presentes sentadas a la misma mesa. No se trata de un monstruo pregenerado por el ordenador que ataca o defiende según unos comandos preestablecidos por el programador, tenemos un reto ( ya sea llamado monstruo o desafio o problema o discusión) tras el cual se encuentra una mente abierta e inquisitiva como es la humana, que actua y evoluciona según las condiciones por las que se rija el director de juego, que respira vida o personalidad. El reto en el mundo del rol de papel y lápiz no se limita solo a "lleva tal objeto a tal localización" o "mata tal monstruo" o "consigue x objetos de tal", permite la interacción real, el contacto ocular, los gestos y entonaciones, la reacción rápida e incluso la sensibilidad.

Un candidato político, por mucho que quiera, jamas podrá dar un discurso emotivo y poderoso en Second Life o World of Warcraft o el MSN que sea la décima parte de lo que puede transmitir en persona en una entrevista o mitin.
Por lo menos no con la tecnología de hoy en día.

¿Qué mejor herramienta que un juego de rol para concienciar de un problema, una situación o un estado de las cosas?

A lo largo de mi experiencia como director de juego me he ido fijando en las afiliaciones o ideas políticas o sociales de mis jugadores, y he encontrado algo curioso: Jugar al rol no predispone al individuo hacia un determinado espectro político o religioso. Incluso presentando situaciones altamente politizadas, podemos decir que, el jugador, como individuo, mantiene a parte su propia personalidad y la su alter ego imaginario de papel. En función de su experiencia en el juego puede comprender nuevas posiciones de personas ajenas a su entorno, les da empatía, capacidad de ser capaces de ponerse en la situación de otros, sin que esto necesariamente cambie sus ideas básicas, tal vez solo moderando los pensamientos más extremos.

Visto esto el rol de papel y lápiz se queda, aparentemente en un mero instrumento de escapismo y ocio, pero el escapismo es al fin y al cabo el olvidarse un rato de que se es Don Fulano de Tal o Doña Fulgencia de Cual para situarte en una situación en la cual tal vez seas un desharrapado, caballero, inmigrante, plebeyo medieval, robot del futuro o simplemente otra persona cualquiera que encaje en el escenario de la debacle.

Porque al fin y al cabo, lo que importa, es cómo se enfrentan los jugadores al problema, no si lo resuelven o no. Ahí está la diversión, esa es la diferencia.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya, me parece muy interesante esta idea. Me intriga mucho la premisa inicial de tu blog, aunque, como tu mismo dices sobre tus jugadores, me pregunto que tan útil puede ser el rol como una herramienta en el sentido que tu indicas.

Saludos