domingo, 27 de mayo de 2007

Momento de reflexión

Aquí en España es día de elecciones municipales, tal vez la forma más cercana de democracia a nivel de instituciones, aunque hoy pienso hablar de la política en general y del espíritu de la democracia en particular.

Como decía el bueno de Sócrates (u otro filósofo griego, que de esos tenían muchos) la democracia es el menos malo de los sistemas políticos conocidos. Mucha gente aboga por gobiernos autoritarios, que les digan qué hacer, cómo y cuándo, a eso le llamo yo irresponsabilidad, otros abogan por no votar del todo porque les da totalmente igual el gobierno que salga, eso también es una irresponsabilidad, mayor aún.

El sistema democrático existe para que el pueblo pueda expresar de forma directa lo que desea a través de sus representantes electos. Analicemos esto, el sistema democrático existe para que los ciudadanos escojan una persona para que les represente, no para que les dicte que hacer. Visto de esta manera...

¿Es democrático escoger como representante un dictador?

La respuesta es compleja, pero podemos resumirla en que los electores de tal persona han decidido que la persona que les represente tenga potestad para cambiar el propio sistema por el cual llegó al gobierno, en hacer y deshacer a su antojo. Un famoso dictador del siglo XX llegó al poder de esa forma, las masas descontentas con los propios políticos electos por el sistema democrático decidieron que elegirían democraticamente a una persona que acabara con el propio sistema.

No creo que haga mucha falta decir quien fué tal individuo, pero no fue el único ni el primero ni seguramente será el último que lo haga.

Como afirmaba antes, no votar también es una irresponsabilidad, si cabe aún mayor, porque tales personas, en mi opinión, carecen de la autoridad para hacer ningún juicio político, no tienen derecho a quejarse porque ellos no han contribuido en un sentido u otro a que estén en el poder unos u otros. Como dice mi sabia madre:

"Si no te gusta la cena, haberla hecho tu mismo"

Votar hay que votar, aunque sea en blanco, aunque sean a partidos minoristas, o chorras o alejados del mainstream, hay que votar con el corazón en la mano, planteándose de verdad que es lo que se desea.

Desgraciadamente estamos en un sistema democrático en el que se favorece la existencia de un par de grandes partidos y docenas de pequeños que difícilmente hacen bloque y solo sirven para realizar pactos puntuales en uno u otro sentido para sacar a delante una ley u otra.

Votad, esteis donde esteis votad si podeis porque no es solo un derecho es un deber que os convierte en auténticos ciudadanos y no solo en campos de heno que se inclinan allá donde el viento sople.

Ese es el espíritu de la Democracia.

PD: El capítulo de esta semana de BlackOuto se retrasará algo debido a que ahora mismo tengo un gripazo de muerte (Si, en Mayo) y no estoy para muchos trotes

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